Líneas rojas… vetos… cordones sanitarios… Son términos de nuevo cuño en la política. Obstáculos en un panorama tan fragmentado como el actual, que exige más flexibilidad.

¿El tacticismo se ha  impuesto como forma de hacer política?

El 23 de julio de 2019 el presidente en funciones Pedro Sánchez se convertirá en el aspirante para liderar el Gobierno y seguir en La Moncloa. Casi tres meses habrán pasado desde la celebración de las  elecciones del 28A.

Su socio preferente es Unidas Podemos, pero no se ponen de acuerdo y mientras,  el Estado sigue políticamente paralizado. El escollo radica precisamente en que Iglesias quiere sillas en el Consejo de Ministros y Sánchez se niega a aceptarle en su equipo, ni a él ni a otros miembros de su formación. Las diferentes visiones del problema catalán son el gran obstáculo para un gobierno de coalición, pero no el único.

Desconfían. ¿Qué va a pasar? ¿Se atreverán a convocar nuevas elecciones?